🐱Riñón poliquístico en el gato

Una enfermedad hereditaria asociada a algunas razas

Hoy hablamos de una enfermedad que afecta a uno o ambos riñones, es irreversible, hereditaria y crónica; lo que significa que no tiene cura, que se transmite de padres a hijos y que es para toda la vida, agravándose con el tiempo.

Ésta patología se da por igual en machos y hembras, y suele aparecer a los pocos meses de edad, aunque las complicaciones surgen cuando el animal tiene una edad más avanzada, normalmente entre los 7 y 8 años.


¿EN QUÉ CONSISTE?

La enfermedad renal poliquística es conocida por sus siglas en inglés como PKD. Está determinada por el aporte genético tanto de la madre como del padre por separado o de ambos.

El desarrollo de la enfermedad cursa con una serie de lesiones de tipo quísticas con las que nacen los animales. Éstas al principio son muy pequeñas y no causan problemas, pero con el paso del tiempo, aumentan de tamaño conforme van llenándose de líquido seroso o serosanguinolento.
Las lesiones suelen aparecer en la corteza y en la médula de los riñones, pero también pueden aparecer en el hígado, el páncreas, o en el bazo.

Como hemos dicho, éstos quistes aumentan conforme pasa el tiempo y el gato va siendo más mayor, por lo que poco a poco esas lesiones comprimen las estructuras adyacentes y comprometen su funcionalidad.

RAZAS MÁS PROPENSAS A PADECER LA ENFERMEDAD

Aunque podría darse en cualquier raza, es cierto que afecta con muchísima más frecuencia al Persa y el Exótico y en menor medida al Birmano, el Scottish Fold, el Selkirk Rex, el Rag doll, el Maine Coon, el American Rex Devon, el Bosque de Noruega, el Sphynx, el Cornis Rex, el Abisinio o el Somalí.
Como habréis comprobado, son muchas las razas que pueden padecer ésta enfermedad, y ello es debido a la influencia que ha tenido el gato Persa para dar lugar a todas éstas razas en mayor o menor medida.

SÍNTOMAS

Los síntomas variarán en función de la evolución de la enfermedad renal, por ello los que exponemos a continuación son sólo orientativos.

• Aumento de la eliminación de orina
• Aumento del consumo de agua
• Incontinencia durante la noche
• Embotamiento
• Hipertensión arterial
• Letargia
• Desequilibrio en la marcha
• Anorexia
• Vómitos
• Trastornos oculares
• Pérdida de peso
• Deshidratación
• Úlceras orales
• Diarrea, en ocasiones de tipo sanguinolento
• Anemia
• Uremia
• Creatinemia
• Hipopotasemia
• Hiperfosfatemia
• Hematuria
• Proteinuria
• Aliento urinoso

DIAGNÓSTICO

Todas las razas que son propensas a ésta enfermedad deben someterse a un examen de sus riñones durante el primer año de vida.

Para ello será necesario realizar una ecografía, un análisis de sangre y un análisis de orina.

También se puede recurrir a un análisis genético, una tomografía computarizada, una urografía excretora, o una biopsia renal.

TRATAMIENTO

Como dijimos al principio, la enfermedad renal poliquística no tiene cura, por lo que el tratamiento sólo mantiene el avance y el deterioro, proporcionando al gato una mayor calidad de vida.

A nivel farmacológico se administrarán medicamentos que disminuyan el trabajo de los riñones afectados por la insuficiencia, y también se administrarán medicamentos para prevenir y combatir otras alteraciones orgánicas que se hayan desarrollado por ésta alteración.

El gato deberá tomar además una dieta pobre en sodio y fósforo.

PREVENCIÓN

La única forma de prevenir la enfermedad y erradicarla, es mediante el control a la hora de criar.

Todos los criadores y particulares que vayan a cruzar a sus gatos, deben realizar una prueba genética a los dos progenitores, y de ésta forma asegurarse de que ninguno de ellos son portadores de ésta enfermedad.