domingo, 3 de marzo de 2019

🐶Mi perro no para de ladrar

¿Sabes por qué ladra y cómo evitarlo?


Sólo aquellos que sufren las molestias de un perro que no para de ladrar, entenderán por qué es necesario tratar éste problema cuanto antes.

Los propietarios de éstos animales no sólo aguantan desesperados los ladridos de sus animales, sino que también deben aguantar las reprimendas de sus vecinos, e incluso las sanciones que pueden recibir por éste motivo.

Siendo conscientes del problema, hoy os daremos algunas pautas para que conozcáis cuáles son los motivos por los que vuestro perro no para de ladrar y cómo solucionarlo.

alt="perro blanco ladrando"

Existen algunos perros que son más propensos a ladrar como los pastores y los pequeños perros de compañía, mientras que los nórdicos que son más aulladores, los lebreles que tampoco destacan por ladrar en exceso (exceptuando el wippet) y los perros de caza (exceptuando los sabuesos) son más silenciosos.


¿POR QUÉ LADRAN LOS PERROS?

Los perros siempre tienen un buen motivo para ladrar, no lo hacen para fastidiarnos, por eso es importante conocer cuál es el motivo.

Entre las distintas motivaciones se encuentran:


  • Llamar la atención: el perro mediante los ladridos intenta captar la atención de algún congénere o persona, y si mientras ladra se le presta atención, el perro volverá a ladrar cada vez que requiera del interés que solicita.
  • Sentimiento de abandono y necesidad de cobijo: el perro en éste caso hace una llamada a quien considera miembro de su manada para que regrese y le haga compañía o bien busca la solidaridad.
  • Amenaza: Los perros sienten la necesidad de avisar a los propietarios o cualquier miembro de su manada de cualquier persona o animal, incluidos sus congéneres que puedan resultar un peligro. Así ante cualquier ruido, olor o presencia desconocida nuestro perro ladrará para ponernos al corriente de aquello que le inquieta.
      De éste modo además de alertarnos buscará la forma
       de ahuyentar a los intrusos.               
  • Excitación y alegría: Los perros no pueden evitar ladrar frente al  entusiasmo, es su forma de celebrar los buenos acontecimientos, como el recibimiento cuando llegamos a casa después de varias horas en el trabajo. Puede que para nuestro perro ésta sea la mejor hora del día.
       Pero también cuando hay un gran alboroto o ruido a su 
          alrededor.    
  • Invitación al juego o a realizar actividades juntos: a todos los perros les gusta realizar actividades en común con el resto de su manada, y es normal ya que son animales muy gregarios.
alt="caniche ladrando"



¿CÓMO PODEMOS CONTROLAR LOS LADRIDOS DE NUESTRO PERRO?

Es primordial actuar cuando nuestro amigo es todavía un cachorro y comienza con una serenata de ladridos, cuanto antes pongamos la solución más fácil resultará corregirlo.

Sin darse cuenta y de forma involuntaria, los propietarios suelen ser culpables de reforzar ésta conducta del perro.

Durante los ladridos de nuestro perro, tendemos a ponernos nerviosos y gritarle para que se calle, y de esa forma aumentamos su excitación, haciendo que el perro ladre con más insistencia y a un mayor volumen.

Es muy posible que el perro ladre para ahuyentar a los extraños, y si éstos se alejan en ese momento el perro se sentirá bien por ello y continuará con la conducta.

En otras ocasiones el perro demanda con el ladrido que le abramos la puerta para salir a la calle o para que le demos comida, y para que se calle cedemos a sus peticiones, por lo que siempre que quiera algo de nosotros recurrirá al ladrido.

alt="perro ladrando frente a una posible amenaza"

Es imprescindible saber en qué situaciones ladra y cuando calla de forma voluntaria, y también será importante saber de qué forma reaccionaste frente a sus ladridos.

Para comenzar la terapia será imprescindible poner al perro en situación para que actúe.

Debemos hablar al perro en voz baja y actuar de forma relajada.
Y siempre debemos dejar que el perro realice al menos un par de ladridos antes de intervenir, ya que es su forma natural de expresarse y el animal no entendería que se lo prohibiésemos.

Podemos desviar su atención llamándole por el nombre para que acuda hacia nosotros y felicitándole por avisarnos siempre y cuando se trate de un estímulo externo.
Si no viene por sí mismo, le obligaremos llevándole por el collar, pero siempre con calma y felicitándolo por avisarnos.

Cuando se trata de la llegada de alguien, debemos decirle "ya está bien", ordenarle que se siente o se tumbe y felicitarlo.
Si no funciona, le daremos la orden para que se siente y hablaremos tranquilamente con la persona que llega sin prestar atención al perro, una vez se haya tranquilizado volveremos a prestarle atención.

En el caso de que ladre por ruidos en el exterior o perros que ladran fuera, podemos distraerlo invitándole al juego o con algún premio.

alt="cachorro ladrando tras una valla"

Y en el caso de que ninguna de éstas medidas funcione, no te preocupes, existen otros métodos que te contamos a continuación.

De nuevo tendremos que esperar a que el perro se ponga a ladrar.
Le pediremos al perro que se tumbe, y si no lo hace por si mismo le obligaremos a ello. A los perros les resulta complicado ladrar tumbados.

Podemos también sujetarle el hocico para que lo cierre, al callar hacerle el gesto de silencio colocando el índice sobre nuestros labios y emitir el sonido "chiss", y a continuación premiarle mediante caricias, juego o algún premio de forma esporádica.

Siempre que el perro calle realizaremos ese gesto y emitiremos ese sonido para que el perro lo identifique con lo que queremos de él.

Cuando el perro ladra porque se encuentra sólo, encerrado o atado a una cadena la única forma de conseguir que pare será atendiendo a sus necesidades de compañía y afecto.

alt="perro encadenado ladrando porque se siente solo"

Esperamos con éste artículo haberos ayudado a todos aquellos que sufrís éste problema de comportamiento con vuestro perro.
Si no conseguís solventarlo después de seguir nuestros consejos, debéis de tratarlo con un especialista para que os ayude, jamás desesperaros y mucho menos deshaceros de vuestro fiel amigo.







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