lunes, 23 de diciembre de 2019

🐶Comunicación entre perro y humano

En ocasiones el perro no entiende las intenciones del humano y es cuando surgen los conflictos.

Los humanos tenemos nuestro propio lenguaje corporal para comunicarnos con nuestros semejantes, aprendido desde que somos unos niños. A veces lo hacemos conscientemente y otras veces inconscientemente. Pero es imprescindible para entendernos y enriquece el  lenguaje hablado.

Los perros también tiene su propio lenguaje corporal y para ellos es mucho más importante, dándole prioridad frente a cualquier estímulo auditivo.

alt="mujer cogiendo perro entre sus brazos"

Las dos especies tienen gestos absolutamente contradictorios, y es lo que puede desembocar en malentendidos, provocando que el perro nos muerda o huya despavorido.

¿Cómo deberíamos acercarnos a un perro desconocido?

Siempre que nos acerquemos a un perro que no nos conoce, debemos de ser precavidos.
Si está con el dueño, es aconsejable dirigirnos primero a él saludando, pues ésto dará confianza al perro y después consultarle si le podemos tocar.
Nunca debemos tocar a un perro sin darle la oportunidad de ver previamente nuestras intenciones, pues al sentirse sorprendido puede reaccionar defendiéndose.

No debemos tocar a un perro que esté atado. Cuando un perro está atado le genera inseguridad y si nosotros nos acercamos puede interpretarlo como una amenaza ante la que no puede huir y por tanto es posible que se defienda. Es por esto que la mayoría de perros atados ladran y enseñan los dientes cuando alguien pasa cerca.

alt="perro encadenado ladrando"

Para saludar a un perro que nos nos conoce es importante no acercarnos a él directamente, sonriendo mostrando nuestra dentadura, ni extender nuestra mano hacia él.
Para un perro acercarnos linealmente hacia él , mirándolo fijamente puede significar que le estamos retando, y si además está viendo nuestros dientes puede interpretarlo como una amenaza, pues para ellos mostrar los dientes es el único de los significado posible.
Cuando extendemos nuestra mano hacia él estamos traspasando su área de seguridad y por tanto le puede hacer sentir incómodo.

Será aconsejable acercarse despacio y evitar ir de frente, haciendo una pequeña curva y ponernos en cuclillas, dejando que sea el perro el que por curiosidad se acerque a nosotros. No debemos mirarle directamente y debemos permitir que nos huela detenidamente. 
Esto le dará seguridad y por tanto no tendrá nada que temer.

alt="niña en cuclillas saludando a un perro"

Cuando le acariciemos siempre debemos hacerlo por la parte de la garganta y nunca por encima de la cabeza.
No debemos cogerle del hocico, pues es un gesto de dominancia.
Tampoco debemos abrazarles (gesto muy habitual en los niños),  pues para nosotros es una muestra de  cariño, pero para el perro significa dominancia y es cercano al comportamiento de monta.
Desde luego cogerles de las orejas o del rabo, lo interpretarán como una falta de respeto, y podrían hacérnoslo saber.
Hay que evitar hacer gestos bruscos, gritar o hacer ruidos estridentes que estresen al perro porque provocaremos su huida o derivará en agresión.

alt="perro feliz y confiado"

Así, la próxima vez que estés frente a un perro, no pienses en él como si fuese una persona, si no más bien como si tú fueses un perro. 

Seguro que habrá un mejor entendimiento entre ambas especies.


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