🐶Los perros en la Edad Media

Descubre los tipos de perros que existían y cuál era su cometido

El perro en la Europa medieval desempeñó un papel muy importante, era un animal tan valioso como el caballo debido a que la economía de la época estaba sustentada en la guerra, la agricultura, la ganadería y la caza. Actividades en las que el perro participó y por las que poseer un perro de calidad podía marcar la diferencia entre vivir más o menos holgado y en el caso de los nobles tener un mayor o menor prestigio.

Fresco de la catedral de Teruel

En la Edad Media existieron aproximadamente una docena de perros distintos. Durante ésta época los perros comenzaron a especializarse en distintas tareas con mayor intensidad que en épocas anteriores.
Así comenzaron a aparecer perros guardianes de la propiedad, perros soldados, perros pastores, perros de compañía y perros de caza. De éstos últimos es de los que más información tenemos ya que al pertenecer exclusivamente a la nobleza es de los que más escribieron trovadores e historiadores.

La caza para la nobleza de la época era algo más que un mero pasatiempo, era un deporte, estaba absolutamente ritualizada y bien estructurada. Por ello cada familia cuidaba y criaba sus propios perros especializados para dar caza a la gran variedad de animales que existían por entonces en el campo.

Al principio fueron dogos y lebreles, pero a partir del año 1000 surgen cinco grandes razas. El Libro de la Caza de Ghaston Phoebus nos da el siguiente listado: 

• Alanz o alaonut (alano), que a su vez se dividen en Alanz gentilz, Alan vautre y Alanz de carnicería.
• Mastín.

Todos ellos perros pesados, robustos y lentos.

Éstos perros enormes y fuertes eran empleados para presas grandes como el oso o el lobo debido a su fiereza y carácter duro.

Libro de la Caza

• El Vautre se especializó en la caza del jabalí, se trataba de un perro ágil y muy valiente.

Algunos se desarrollaron como perros de rastro por su buen olfato. Éstos llevaban a los cazadores hasta el animal salvaje sin ladrar.

• Chien Courant. Eran sabuesos de talla más pequeña y también los más numerosos dentro de las jaurias.

Perseguían ciervos, gamos y otros herbívoros dirigiéndolos con sus ladridos hacia los cazadores.

• Perro de Pájaros. Éstos perros silenciosos se encargaban de cobrar los pájaros abatidos por las aves de presa.

• Lebreles. Son los perros más ligeros y rápidos y ellos se encargan de perseguir a las presas hasta darles caza.

• Basset. Los perros de patas cortas ya existían por entonces y eran utilizados para cazar en madrigueras la única forma en la que podían cazar los campesinos pasando desapercibidos, ya que la caza era un pasatiempo reservado a los señores feudales y a los reyes.

Libro de la caza

Los perros de caza eran tan valiosos que se crearon una serie de leyes para evitar su robo. Entre los burgundios a quien robase un perro se le obligaba a besar el trasero del animal en público y en caso de negarse debía pagar al propietario 5 sueldos y dos al tribunal. Mientras que los francos hacían pagar al ladrón 15 sueldos.

Los perros falderos se hicieron muy populares entre los nobles y podríamos decir que fueron los primeros animales de compañía en Europa.

En el siglo XV el filósofo León Battista Alberti recomendaba a las familias tener un perro en casa para que los niños jugasen con ellos, y de esa forma asegurarse la felicidad con las risas de los niños y los ladridos de los perros.

Algunos santos de la época como San Bernardo de Claraval o San Roque popularizaron la idea del perro como el símbolo de la fidelidad. El primero dijo una vez que no se amaba de verdad a una persona si no se amaba a su perro, y del segundo cuenta la leyenda que su perro fué el único que le atendió llevándole pan y lamiendo sus llagas cuando el santo estuvo afectado por la peste.

También en el caso de Santo Domingo aparece un perro, en éste caso en sueños. La madre del santo soñó estando embrazada con un perro que salía de su vientre con una antorcha encendida en la boca, símbolo de la luz que el santo traería al mundo con su predicación.

Como comentamos anteriormente los perros también participaban en la guerra, para ello eran acorazados con una armadura a la que se podían añadir pinchos o cuchillas afiladas, y en ocasiones eran envueltos en fuego. Atacaban los primeros y de éste modo eliminaban a la caballería enemiga evitando la muerte de muchos soldados.

De los perros pastores no se tiene información ya que eran los perros que tenían los plebeyos y de éstos no hablaban los trovadores.

Durante la Edad Media los perros estuvieron muy presentes y por ello aparecen representados en frescos, códices, monumentos funerarios o decoraciones palaciegas que han llegado a nuestros días y gracias a ello sabemos qué papel tuvieron durante aquella época y qué tipo de perros hubo.