miércoles, 17 de octubre de 2018

🐱Virus de inmunodeficiencia felina

Conoce el SIDA felino


Se trata de un virus de la misma familia que el causante del SIDA en humanos. Aunque debemos dejar claro, que son propios de cada especie, y por tanto, no debemos preocuparnos de la transmisión de la enfermedad felina hacia el ser humano, ni viceversa.

Os enseñaremos cuáles son los síntomas, como cursa la enfermedad y como podemos prevenirla.


alt="gato con inmunodeficiencia felina"

Se trata de un virus que causa daños y destruye células del sistema inmunológico como los leucocitos o glóbulos blancos, dejando al animal expuesto frente a enfermedades infecciosas, cáncer, parásitos y otros virus.

SÍNTOMAS

En un primer estadio de la enfermedad, no muestran signos muy aparentes, cursando con fiebre, malestar y aumento de los gánglios linfáticos.
Después, el gato se recupera en apariencia, teniendo una fase en la que parece estar totalmente recuperado.
Ya en la tercera fase, aparecerán signos causados directamente por la acción del virus. Así, es frecuente la diarrea, la fiebre causada por infecciones, inflamación de las encías y aumento del tamaño de los ganglios. Otros signos podrían ser; inapetencia, secreción excesiva de moco, anemia, conjuntivitis, infecciones de la piel, inflamaciones de la estructura interna de los ojos y por último afección del sistema nervioso, cursando con cambios en el comportamiento y convulsiones.
En las hembras preñadas puede provocar el aborto.


alt="dos gatos haciendose arrumacos"

Si tu gato presenta alguno de éstos síntomas, o enferma con mucha asiduidad, deberás de llevarlo al veterinario y mediante algunos test para detectar si hay anticuerpos frente a la enfermedad, podrá diagnosticar a tu mascota y saber si tiene FIV (virus de inmunodeficiencia felina).

CÓMO SE CONTAGIA

Básicamente el contagio se origina mediante el mordisco de un gato infectado a uno sano.
Por eso, tienen un riesgo muy elevado de contraerla animales que salen o están de la calle donde pueden entrar en peleas con otros de sus semejantes. Sobre todo los machos sin castrar.
Los gatitos al nacer, pueden contagiarse en el canal del parto o a través de la leche si la madre es portadora del virus.
No se sabe con seguridad si se contagia a través del acto sexual o por contacto de saliva, como en el acicalamiento entre distintos individuos. Y tampoco se han realizado estudios suficientes para saber si se puede transmitir a través de parásitos hematófogos como las pulgas y las garrapatas.
Los gatos pueden ser como hemos visto, infectados durante su etapa de cachorros pero no mostrar signos de la enfermedad hasta la edad de adultos.


alt="gatos callejeros con mas riesgos de enfermar"


PREVENCIÓN

Los gatos que no salen al exterior son los que menos probabilidades tienen de contraer la enfermedad, pues la única forma, sería metiendo en casa otro animal contagiado, y como hemos dicho anteriormente si hubiese peleas entre ellos u otro tipo de relaciones de riesgo.

En gatos callejeros, la forma de que no se extienda la enfermedad es mediante la castración. Evitando de ésta manera la mayoría de peleas y el posible contagio también de madres a hijos.

Si tienes más de un gato y uno de ellos está enfermo, debes de poner comederos, bebederos y bandejas independientes. El virus fuera del animal dura tan sólo unos pocos minutos por lo que la probabilidad de contagio por objetos no es alto. Aún así, limpia el comedero y el bebedero con asiduidad.

En EE.UU. existe una vacuna registrada contra el FIV, pero se desconoce aún la eficacia real contra la enfermedad.

No está de más realizar a tu gato análisis y estudios anuales para comprobar que está sano.


alt="gato casero con menos riesgo de padecer fiv"


CUIDADOS DEL GATO INFECTADO POR FIV

Lo primero, es evitar que nuestro gato salga al exterior y pueda contagiar a otros animales, y evitar la exposición de nuestra mascota a posibles agentes patógenos que puedan transmitirle sus congéneres o cualquier otro agente infeccioso.

Debemos llevar a cabo el programa de vacunación y prevención de parásitos anualmente.
Cuidar la dieta, proporcionando los nutrientes necesario para que esté lo más saludable posible, evitando carne o pescado crudo, huevos o leche, por su posible infestación de parásitos y bacterias.
Hacer análisis una vez al año y exámenes cada seis meses para detectar cambios en su salud, y poder poner un tratamiento a cualquier enfermedad que se presente lo antes posible.





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