🐱Insuficiencia renal crónica en gatos
Una patología muy frecuente en gatos de edad avanzada
En el artículo de hoy os explicaremos en qué consiste, las causas, los síntomas, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento.
La insuficiencia renal crónica consiste en el deterioro progresivo de los riñones, por lo que con el paso del tiempo la enfermedad tiende a empeorar. Por lo tanto un tratamiento a tiempo puede ser decisivo para mejorar la salud del animal y prolongar su vida.
El deterioro de los riñones supone para el gato la incapacidad de mantener el equilibrio entre agua y minerales, impide la eliminación de sustancias que pueden ser nocivas para el organismo como pueden ser la urea o la creatinina. Además afecta a la eritropoyetina, hormona fabricada en los riñones y encargada de la formación de los glóbulos rojos.
Por tanto es una enfermedad que un estado avanzado puede suponer la muerte.
CAUSAS
- Infecciones bacterianas
- Tumores
- Deterioro debido a una edad avanzada
- Enfermedad renal poliquística
- Daño renal por medicamentos o toxinas
- Inflamación del riñón
- Piedras en el riñón u obstrucción urinaria
Éstas serían las más frecuentes aunque no son las únicas.
SÍNTOMAS
Los signos de la insuficiencia renal crónica son inespecíficos y a veces puede diagnosticarse de forma errónea, éstos síntomas pueden pasar desapercibidos durante mucho tiempo.
Los síntomas que se dan con mayor frecuencia son;
- Pérdida de apetito y peso de forma lenta y progresiva
- Aumento de la sed
- Aumento de la frecuencia y en el volumen de orina
- Vómitos
- Estreñimiento
- Disminución de la actividad
- Palidez de las mucosas
- Debilidad muscular
- Deshidratación
- Pelaje sin brillo y seco
- Mal aliento
Los síntomas aparecen poco a poco, se van presentando a lo largo de varios meses e incluso años, por lo que la enfermedad es difícil de detectar a tiempo, y su diagnóstico suele llegar cuando el animal está bastante afectado.
La mejor forma de tener un diagnóstico a tiempo y fiable es mediante chequeos periódicos a partir de los 8 años.
Para diagnosticar la enfermedad el veterinario realizará un análisis de sangre y otro de orina para detectar un aumento de la creatinina y la urea o una baja densidad de orina.
Una radiografía y una ecografía pueden ayudar al diagnóstico, ya que se puede observar el estado de los órganos.
Si compruebas que tu gato bebe abundantemente y tiene el arenero muy manchado de orina, no esperes más, llévale al veterinario porque podrías estar frente a los primeros síntomas de la insuficiencia renal crónica.
En gatos deshidratados lo primero es tratar al animal con fluidoterapia. Si se conoce la causa, ésta puede tratarse directamente, aunque lo normal es que cuando aparecen los síntomas la causa ya no sea clara.
Como se trata de una enfermedad irreversible, el tratamiento irá destinado a que la enfermedad no avance. Con un tratamiento adecuado los animales pueden vivir controlados durante años.
Aunque se pueden utilizar medicamentos para controlar la presión arterial, la eritropoyetina o la anemia lo esencial será mantener la enfermedad a raya mediante una dieta adecuada.
Ésta dieta tiene que consistir en la ingestión de mucha agua, gran parte de ella presente en el alimento húmedo.
Se debe bajar el consumo de proteínas, responsables de la mayoría de las toxinas, aunque nunca deben eliminarse por completo ya que conllevaría a una notable pérdida de peso.
La comida destinada a éstos gatos también debe ser baja en fósforo para proteger los riñones.
Actualmente existen piensos de uso veterinario destinados a ésta afección y ésta será la forma más cómoda y segura de proporcionarle un alimento adecuado a nuestro gato. Aunque también existe la opción de darle comida casera, pero será más complicado acertar con la proporción de los componentes para que sea equilibrado.
Los gatos con insuficiencia renal crónica tienen tendencia a deshidratarse con mayor facilidad, por ello como hemos mencionado antes debemos conseguir una mayor ingesta de agua, para ello existen varios trucos como son;
- Administrarles comida húmeda
- Proporcionarle un bebedero lo suficientemente grande como para que no le rocen los bigotes en los bordes (a los gatos no les gusta esa sensación debido a la sensibilidad de las vibrisas)
- El agua debe estar siempre fresca y limpia
- Deben tener agua disponible durante 24 horas (muchos gatos beben más durante la noche)
- Mejor que el agua corra (es recomendable darles de beber mediante una fuente automática)
Existe también la insuficiencia renal aguda de la que os hablaremos en otra ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario