miércoles, 18 de septiembre de 2019

🐶Brucelosis canina

Una enfermedad que afecta a la reproducción del perro


En éste artículo os contaremos cómo se contrae la brucelosis canina, cuáles son sus síntomas, su tratamiento y la prevención de la enfermedad.


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La brucelosis canina es una enfermedad infecciosa que pueden contraer tanto los perros domésticos como los cánidos salvajes. 
Está producida por la bacteria Brucella canis y es la principal causa de aborto expontáneo en perras y esterilidad en perros.
De forma eventual los perros enfermos pueden contagiar la enfermedad al ser humano, por ello debemos prestar especial atención a los síntomas de ésta enfermedad.


VÍAS DE TRANSMISIÓN

Los perros afectados eliminan la bacteria a través de las secreciones vaginales en el caso de las hembras y a través del esperma en el caso de los machos.
Ambas secreciones contienen altas concentraciones de bacterias y por ello son consideradas la principal fuente de infección.

Las hembras suelen contagiar la enfermedad durante el celo o tras un aborto, mientras que los machos eliminan los microorganismos de forma constante al orinar o a través del semen.

Pero aunque ésta es la forma de transmisión más frecuente, no es la única, también puede transmitirse a través de la saliva y la secreción nasal.

Por tanto la bacteria entra en el organismo a través de las mucosas de la nariz y la boca, las mucosas del vestíbulo vaginal y peneano y la mucosa conjuntival.

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Una vez la bacteria entra dentro del organismo a través de las mucosas es capturada por células fagocíticas y transportada a los ganglios y demás tipos de tejidos linfáticos donde comienza a replicarse.
Entre la primera y la cuarta semana el microorganismo se hace presente en la circulación general dando lugar a una bacteriemia que puede perdurar hasta los seis meses.
Posteriormente la presencia de la bacteria en sangre se hace intermitente, pudiendo darse éste comportamiento hasta cinco años después.
Las bacterias aparecerán en diferentes órganos y tejidos corporales del animal, como el bazo, el tracto reproductor, los linfonódulos, meninges, riñones, piel, ojos y discos vertebrales.

SÍNTOMAS

En  las hembras preñadas provoca el aborto espontáneo dos semanas antes del parto, aunque en ocasiones los fetos pueden nacer muertos o  bien nacer vivos y fallecer poco tiempo después. Ésto sucede porque la bacteria afecta al tejido placentario.

En los machos hay una inflamación testicular que afecta al escroto y al epidídimo, ésto es debido a la acumulación de líquido serosanguinolento. También suele aparecer dermatitis superficial por lamido.
Con el tiempo la enfermedad llega a ser crónica y los animales pueden desarrollar atrofia testicular e inflamación de la próstata dando lugar a  infertilidad.
Ésta infertilidad en el macho también puede darse por el desarrollo de alteraciones espermáticas.

Otros signos pueden ser; aumento del tamaño de los ganglios, inflamación del tacto uveal del ojo (uni o bilateral), inflamación en la columna vertebral que puede afectar a la marcha, dolor e inflamación en las articulaciones de las extremidades, y signos neurológicos por meningoencefalitis.

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DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Existen varios métodos para diagnosticar la enfermedad. Uno de ellos es la microaglutinación en placa; con ésta prueba se detectan anticuerpos contra la bacteria a partir del suero de los animales. Éste método es práctico, rápido y cómodo, aunque en ocasiones puede dar falsos positivos.
Otro método con muy buenos resultados trata del aislamiento de la bacteria mediante muestras de tejidos o hemocultivo.

El tratamiento consistirá en la administración de antibióticos específicos por tiempo prolongado, aunque en algunos perros no se conseguirá erradicar la bacteria totalmente.

También se procederá a la castración del perro o la perra, lo que también ayudará a evitar el contagio a otros animales.

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PREVENCIÓN

La mejor forma de prevenir la enfermedad es mediante la castración de los animales que no estén destinados a la cría.
Y en el caso de que se vaya a criar, nunca se debe hacer sin haber realizado una analítica para saber si alguno de los individuos es positivo a la bacteria de la brucelosis.
Teniendo en cuenta la facilidad con la que puede transmitirse la enfermedad, habrá que tener especial cuidado en aquellos animales que conviven en comunidades como las perreras o los criaderos.

Como comentamos anteriormente la brucelosis canina puede ser transmitida al ser humano, aunque suele ser poco preocupante. Aún así el personal que trate con con secreciones o restos abortivos deberá de utilizar guantes para protegerse.


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