🐱Gato Iriomote

El tesoro nacional de Japón

Éste gato habita sólamente en la isla de Iriomote y es considerado una subespecie del gato de Bengala.

Se trata de un auténtico fósil viviente, ya que no ha sufrido ninguna modificación evolutiva desde hace más de 200.000 años, cuando se cree que éste felino quedó aislado en la isla de Iriomote. 

El gato de Iriomote era llamado por los habitantes de la isla "yamapikaryaa" (gato que brilla en la oscuridad) y "yamamayaa" (gato de la montaña).

Pero a pesar de que resultaba bien conocido para la población de éste lugar, no fue descubierto y catalogado oficialmente hasta 1965, año en que Yukio Togawa se encuentró con tan esquivo animal.

MORFOLOGÍA

El tamaño de éste gato salvaje es similar al de otros gatos domésticos, con una longitud de entre 50 y 60 cm y con un peso que oscila entre los 3,5 y 5 kg, siendo las hembras algo menores que los machos y de menor peso.

El Gato de Iriomote es largo y de patas cortas y robustas. Tiene también unos hombros muy desarrollados, pero todas éstas características hacen que sea más torpe en el salto que otras especies felinas.

La cola es gruesa desde la raíz hasta la punta y corta en comparación con el tronco. 

La  espina dorsal es menos flexible que la de otros gatos.

Posee un cráneo largo y estrecho, y una nariz grande y chata.

Las orejas son pequeñas y redondeadas.

Los ojos son de color ámbar y están rodeados por unas líneas de color blanco.

La capa del Gato Iriomote es de color pardo grisáceo, con algunas rayas y motas de color más oscuro que le permite camuflarse perfectamente en su hábitat.

COSTUMBRES

 Es un felino que vive en un bosque subtropical, a menos de 200 metros de altitud, prefiriendo aquellas zonas más cercanas a un río, ya que aunque suelen cazar en tierra firme o en los árboles, en ocasiones atrapan a sus presas también en zonas fluviales.

Su dieta la componen crustáceos, pájaros, anfibios, peces y reptiles. E ingieren al día entre 400 y 600 gramos de comida.

No son gatos especialmente exquisitos a la hora de cazar y comer, pues al contrario que otros gatos, el Iriomote no mata de forma inmediata a sus presa rompiéndoles la médula espinal, ni tampóco despluma a las aves que caen víctima de sus poderosas garras.

Hablamos de un animal con costumbres más bien nocturnas, y sólo salen a plena luz del día cuando las hembras se encuentran en celo.

Son maduros sexualmente a partir de los veinte meses.

La época de apareamiento va desde diciembre a marzo, y paren entre abril y junio siendo las camadas de entre uno y tres cachorros.

Las parideras suelen encontrarse en troncos huecos o en pequeñas grutas, a ser posible lugares bien ventilados y secos.

Las crías estarán  custodiadas por su madre hasta los once meses.

La esperanza de vida de éstos felinos en estado salvaje es de entre siete y ocho años.

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN DE LA ESPECIE

Actualmente es una especie en peligro de extinción, ya que no quedan más de 100 ejemplares en la Isla, lo que hace que sea especialmente vulnerable.

Éstos son algunos de los peligros que acechan a éste pequeño gato salvaje;

• Gatos domésticos asilvestrados con los que puede aparearse y dar como resultado híbridos con la consecuencia de pérdida genética.

       Además de las enfermedades que los gatos domésticos les                 pueden transmitir, lo que puede resultar fatal.

• Atropellos por parte de los vehículos que recorren la isla.
• Perros, que se convierten en un depredador letal.
• Trampas para otros animales como los jabalíes también son mortales para el gato Iriomote.
• La llegada del sapo de la caña es muy peligrosa ya que éste anfibio foráneo posee unas glándulas venenosas en la parte posterior de la cabeza, lo que le convierte en un verdadero peligro para éste gato al que le gusta incluir a los sapos en su dieta.

En 1995 se creó el Centro de defensa del gato de Iriomote, para estudiar en profundidad a éstos gatos y de ese modo tratar de protegerlos.

Para evitar atropellos se tomaron medidas como la de limitar la velocidad de los vehículos y colocar señales de tráfico para avisar a los conductores de la posibilidad de que se les crucen en la vía.

Además se construyeron túneles por debajo de las carreteras para permitir el paso seguro de éstos felinos.

Desde hace unos años se tiene también un control estricto sobre los gatos domésticos, obligando a los dueños a identificarlos, castrarlos y pasar revisiones periódicas además de vacunarles para evitar la enfermedad y la hibridación del gato Iriomote al interactuar con la especie doméstica.

Esperemos que sean medidas suficientes para no perder a éste gato considerado un tesoro Nacional para Japón, pero también un tesoro natural para todo el mundo.