🐶Displasia de cadera

Cómo detectarla a tiempo y cuál es su tratamiento

La displasia de cadera o displasia coxofemoral es una patología de carácter genético que afecta a la articulación del tren posterior en uno o ambos lados.
Se trata de una enfermedad especialmente dolorosa para el perro, tanto que le puede invalidar por completo.
De ahí la importancia de detectarla cuanto antes y ponerle solución para que nuestro perro pueda tener una vida plena.

 Os vamos a dar unas pautas para conocer cuáles son sus síntomas, qué razas son las que tienen más probabilidades de padecerla y cuál es su tratamiento.

Ésta enfermedad, se produce por la malformación de la articulación coxofemoral, que es aquella que une el fémur con la pelvis, o lo que es lo mismo, el muslo con la cadera.
Suele aparecer durante el desarrollo del perro, y tiene lugar cuando la cabeza del fémur crece sin una forma armoniosa, desplazándose hacia los laterales e impidiendo una movilidad adecuada.

DESENCADENANTES DE LA ENFERMEDAD

Hablamos de una patología hereditaria, no congénita, lo que significa que el perro no nace con ella, si no que la adquiere con el tiempo porque tiene cierta predisposición.
Ésto quiere decir, que no todos los perros la terminan desarrollando aunque tengan más probabilidades por factores genéticos.

• Factor genético: Ha día de hoy se ha llegado a la conclusión de que son varios genes los que intervienen y no sólo uno.

• Ejercicio físico inadecuado: Durante el desarrollo del perro debemos evitar que suba y baje escaleras en exceso, y también los saltos durante el juego, ya que éstos ejercicios tienen un fuerte impacto sobre las articulaciones. De la misma manera, los perros ancianos deben realizar un ejercicio moderado para evitar que sus articulaciones se resientan.

• Obesidad y crecimiento rápido: Éstos dos factores vienen dados por una alimentación inedecuada, bien por exceso de comida o por un alto contenido en grasas.

       Un perro con obesidad, sobrecarga las articulaciones al igual           que un perro que crece de forma precipitada.

RAZAS CON MAYOR PREDISPOSICIÓN

Aunque los factores ambientales son importantes, no debemos olvidar que existe un factor genético que contribuye a que existan más casos en unas razas que en otras.

 

También debemos tener en cuenta que las razas que soportan más peso por su volumen tienen mayor riesgo.

Algunas de las razas con mayor predisposición son;

• Gran Danés                                           
• Pastor alemán
• San Bernardo
• Boxer
• Golden retriever
• Labrador
• Boyero de Berna
• Bulldog francés 
• Bulldog Inglés
• Rottweiler
• Mastines

SÍNTOMAS

Al comienzo de la enfermedad, es posible que no exista una evidencia de los síntomas ya que pueden cursar de forma intermitente, pero conforme el perro vaya siendo más mayor éstos se irán haciendo más notorios.

• Dolor de cadera y pelvis                                               
• Dificultad para mover las patas traseras               
  
• Cojera
• Balanceo
• Movimiento de "salto de conejo"
• Rigidez en las patas posteriores y la cadera
• Dificultad para levantarse
• Chasquidos articulares
• Atrofia
• Inactividad
• Dificultad para correr, saltar y subir escaleras
• Espalda curvada
• Atrofia
• Hombros más desarrollados de lo normal

TRATAMIENTO

El tratamiento puede ser quirúrgico o mediante medicamentos.

Dependerá en parte de la edad del perro, el estado en que se encuentre la lesión, si padece alguna otra patología en la que esté contraindicada la cirugía, y la valoración que realice el profesional veterinario.

La cirugía es un tratamiento definitivo y que no requiere de un especial seguimiento, pero durante el post-operatorio necesita atención y cuidados. Es más costoso económicamente y no garantiza que el perro no vuelva a tener dolor.

Existen diferentes técnicas quirúrgicas que se aplicarán dependiendo del estado en que se encuentre la displasia.

El tratamiento medicamentoso en cambio es de por vida, y sirve para aliviar el dolor y retrasar la degeneración.

Es adecuado para casos leves o en los que no es posible operar.

La medicación que se administra es a base de antiinflamatorios , analgésicos y condroprotectores.

Además del tratamiento quirúrgico o medicamentoso será conveniente establecer unos cuidados especiales; como una dieta adecuada para que el perro mantenga un peso adecuado y fisioterapia e hidroterapia que ayudarán a mantener los músculos fuertes y en forma, aliviando las articulaciones.

Hoy en día también existen sillas de ruedas para perros y arneses especiales para el tren posterior que ayudarán a descansar las articulaciones y aliviarles el dolor.

PRONÓSTICO

El pronóstico de ésta enfermedad dependerá de si conseguimos tratarla a tiempo, en éste caso el perro podrá tener buena calidad de vida, aunque tenga que tomar medicamentos, seguir una dieta y controlar el ejercicio que realiza.

Por ello a la mínima sospecha debemos actuar, ya que de lo contrario el perro padecerá fuertes dolores y no tendrá una buena calidad de vida.

Un perro con ésta patología puede llevar una vida prácticamente normal. Por tanto deberemos sacarle de paseo y dejar que se relacione con otros animales, podrá jugar y realizar ejercicio con moderación.

Llevándole al veterinario para que le hagan las revisiones correspondientes nuestro perro podrá tener una vida tan feliz como los demás.