🐱Van Turco
El gato nadador
Hoy os traemos a una hermosa raza de gato procedente de los alrededores del lago Van y el monte Ararat, en Turquía.
Sobre el Van Turco existen dos leyendas, una relaciona las características marcas de la cabeza con Alá, ya que según se cuenta éste le habría dejado las señales al pasar sus dedos mientras lo acariciaba.
La segunda leyenda, cuenta que éstos gatos desembarcaron del Arca de Noé cuando atracó sobre el monte Ararat, bajando después hasta la orilla del lago Van.
Se trata de una raza autóctona y muy antigua, la cual consiguió un grado de pureza excepcional debido a las condiciones geológicas del lugar del que es originario.
Se conoce su existencia desde el período comprendido entre 75-387 a. de C, durante la ocupación romana en Armenia. Allí aparecieron escudos en los que figuraban gatos con manto largo y de color claro con la cola anillada y más oscura.
Son gatos que se mantuvieron en estado salvaje hasta 1955, año en que la británica Laura Lushingon se llevó a algunos ejemplares a Inglaterra donde los crió y seleccionó. Siendo reconocida la raza a finales de los años 60.
Debido a las duras condiciones climáticas de la zona en la que habitaba, éstos animales son extraordinariamente duros, fuertes y ágiles, pese a su apariencia delicada.
Y una de las características más singulares en ésta raza, es la habilidad que tienen para desenvolverse en el agua, a la que acuden de buen grado en los meses más calurosos del año.
También existe otra teoría que indica que el gato Van se zambulle en el lago con la intención de pescar.
MORFOLOGÍA
El Van turco es uno de los gatos más hermosos y elegantes que existen a día de hoy.
Es un gato de talla media-grande, robusto, y de osamenta ligera, con un peso de entre 4 y 8kg.
Se trata de un felino extraordinariamente ágil, con patas finas pero muy musculosas.
La cola es de longitud media, bien proporcionada con el pelo en cepillo o en pluma y sin manchas blancas. La cola siempre es más oscura en la parte distal, y en el caso de gatos atigrados presentará anillos bien diferenciados.
La cabeza es triangular y con cierta inclinación hacia abajo.
Posee unos grandes ojos ovalados que suelen ser de color azul o ámbar, aunque también se admiten otras tonalidades.
Las orejas son grandes y están insertadas en la parte superior de la cabeza además de estar orientadas ligeramente hacia abajo y hacia el exterior.
El manto es suave y fino, semilargo y con subpelo lanoso y ligeramente ahuecado.
Varía mucho según la época del año, siendo en verano corto, excepto guantes, vientre, y cola, con una textura plumosa. Mientras que en invierno el pelaje es más denso, largo y suave.
En cuanto al color, el Van siempre es bicolor, siendo la mayoría del manto (75%) de color blanco yeso puro. Y tan sólo la parte superior de los ojos llegando como mucho hasta las orejas y la cola, poseen otro color. Admitiéndose cualquier tonalidad y cualquier tipo de patrón, aunque los más habituales son el rojo o el crema.
CARÁCTER
El Van Turco sigue teniendo una parte salvaje, lo que le convierte en un animal independiente al que le divierte un entorno abierto con algún árbol al que poder trepar.
Se trata de un animal lleno de energía y vitalidad al que le encanta saltar y correr.
No debemos olvidar su gran pasión por el agua, por lo que será conveniente facilitarle algún sitio en el que pueda nadar. De lo contrario le encontraremos jugueteando con los grifos o cualquier recipiente con agua.
Son curiosos e inteligentes, y tienen un gran temperamento.
A pesar de no ser gatos falderos, no rechazan una caricia, e incluso son celosos y posesivos con sus dueños.
Pueden convivir con otras mascotas, pero ellos siempre tendrán el rol de líder y se hará respetar.
Aún nos quedan muchas cosas que contaros sobre el Van Turco, así que para no extendernos más, os proponemos la lectura de nuestro segundo artículo dedicado a los cuidados y patologías más frecuentes de ésta raza.
Si os ha gustado la entrada de hoy, no os perdáis la segunda parte.
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