🐶El parto en la perra

¿Sabes cuáles son los síntomas y cómo actuar?

El parto es una  de las experiencias más bonitas para aquellos que tienen una perra, aunque es cierto que si decidís que vuestra amiga canina sea mamá, siempre deberá de realizarse de forma responsable, lo que se traducirá en el cuidado de los cachorros hasta que puedan ser dados en adopción (nunca antes de los dos meses) siempre a aquellas personas que sepamos que se encargarán de darles una vida plena.

24 horas antes del parto, lo primero que notaréis será el inicio de la lactancia, la dilatación de la vulva, el descendimiento del vientre, la presencia de flujo vaginal incoloro y el descendimiento de temperatura de un grado .

Será recomendable que unos días antes hayáis habilitado un lugar seguro y tranquilo en el que la perra pueda dar a luz y posteriormente amamantar a sus pequeños.
Para ello podemos utilizar alguna caja o cama para perros bien cubierta por toallas para facilitar su limpieza, y lo suficientemente  grande y alta como para que los cachorros no se salgan, pero si la madre. Si es posible escogeremos una caja con un reborde hacia adentro que evite el aplastamiento de algún cachorro debido al empuje del cuerpo de la madre sobre la pared de la paridera.


Previamente al parto la perra estará inquieta, dará vueltas y rascará el suelo, y en ocasiones pueden llegar a vomitar. Éste proceso puede empezar hasta 24 horas antes del parto.

En cuanto detectemos que la perra ha roto aguas nos colocaremos a su lado, pues será la advertencia de que están a punto de llegar los cachorros.

En la siguiente fase, la perra se tumbará de costado con la cara mirando hacia su vientre, y comenzará con contracciones cada 2 ó 3 minutos. 
En ese momento, será conveniente que la perra tenga intimidad y dejarla tranquila , pues de lo contrario podríamos retrasar el proceso.

Estaremos vigilantes, pues antes de media hora tiene que haber comenzado el nacimiento del primer cachorro, de no ser así, podría significar que hay problemas y dar lugar a la muerte de los pequeños. Para evitarlo deberemos llamar cuanto antes al veterinario.

Otros signos de alarma para contar con el veterinario será si aparece una placenta suelta que no termina de salir, si hay flujo color verdoso, si existen contracciones que no sean efectivas o si pasan más de 4 horas entre el nacimiento de los cachorros.

Podemos ayudar a sacar el primer cachorro, tirando de él suavemente.
En el caso de que no esté rota la bolsa, la tendremos que romperla nosotros y sacar al perrito de ella.
A continuación, hay que cortar el cordón umbilical realizando dos nudos con un hilo en el cordón , estando el más cercano a 1cm del cachorro y procediendo a cortar por encima de ese nudo.

No todas las perras necesitarán nuestra ayuda, algunas son capaces de parir y cortar la placenta y el cordón por sí mismas.

Normalmente la perra limpia a sus cachorros mediante lamidos vigorosos, lo que también ayuda a que comiencen a respirar. Si no lo hace la perra intervendrá el dueño, realizando el mismo gesto con la ayuda de una toalla.

Se irán alternando cachorros con la expulsión de placentas entre 5 y 15 minutos después del nacimiento, por tanto, habrá el mismo número de animales y de bolsas. Si notamos que falta alguna y que tarda en expulsarla deberemos llamar al veterinario.

Entre cachorros puede haber intervalos muy variables, pero nunca superiores a 4 horas como comentamos anteriormente.

Cada vez que salga un cachorro se colocará cerca de las mamas de la perra, pues algunos comienzan a mamar nada más nacer y otras veces no lo hacen hasta terminar el parto.

Los partos pueden durar entre 2 y doce horas, incluso pueden llegar a 36 en perras primerizas.

En caso de que la madre se coma las placentas, no debemos alarmarnos porque es algo instintivo y que en principio no resulta insalubre para el animal.

Podemos ayudar a suministrar un extra de calor a la camada mediante una lámpara de infrarrojos.

Algunas perras no tienen leche suficiente para amantar a sus cachorros, y en esos casos deberemos suministrarles nosotros las tomas necesarias.

Y nunca olvidemos, que ante cualquier problema durante el parto debemos llamar urgentemente al veterinario.
Muchas razas como las de tipo toy o los de tipo braquicéfalo como por ejemplo los bulldog necesitarán de cesárea para poder traer a sus pequeños al mundo, por ello lo mejor será consultar con el especialista.