🐶Cómo enseñar a tu perro lo que está mal

Descubre las distintas formas de prohibir una acción

Son muchas las ocasiones en las que la actuación de nuestro perro no nos parece adecuada, a veces los propietarios nos sentimos frustrados ante esa actitud incorrecta y gritamos y despotricamos, y sin embargo no conseguimos que el perro no vuelva a repetir una mala conducta.

Y es que nadie nos enseña de qué forma debemos desaprobar eso que no nos gusta que haga para que no vuelva a suceder. Pero hoy por suerte, os traemos algunos consejos para que los podáis poner en práctica y comprobéis los buenos resultados.

A continuación os indicamos cuáles son las distintas formas que existen de desaprobación:

• Prohibir la acción que no se quiere que el perro realice en ese momento o en ese lugar diciendo con rotundidad "¡NO!
• Ignorar al perro cuando intenta hacer algo que no deseamos; de ese modo el animal tendrá una experiencia de fracaso.
• Prohibir una acción que no es tolerada en ningún caso diciendo con contundencia "MAL".
• Desviar la acción indeseable (aunque sea instintiva) hacia otra acción que sustituya a la primera, de tal modo que la experiencia buena domine sobre la otra potencialmente mala.
• Poner fin a una acción no deseada a través de nuestra intervención directa como un susto o una experiencia desagradable, de tal modo que dicha acción tome un cariz molesto.
• Desaprobar una acción justo cuando el perro está empezando a hacerla interviniendo con una connotación negativa hacia esa acción.

CUÁNDO DEBEMOS UTILIZAR EL "NO"

El "no" debe ser lo suficientemente contundente y debe ser utilizado en el momento adecuado.

Un ejemplo de cuando podemos utilizarlo sería la siguiente; imaginemos que tenemos invitados a comer en casa, y en un momento dado nuestra mascota pide con la pata a una de las visitas mientras le pone cara de pena, a pesar de que en nuestra casa jamás le hayamos dado nada estando en la mesa, él será consciente de la nueva situación e intentará probablemente con éxito, conseguir la atención y seguramente también algún bocado. Bien, pues cuando comience con esa actitud será el momento más adecuado para dirigirnos al perro y soltar un rotundo "NO".

EN QUÉ MOMENTO DEBEMOS IGNORARLE

Se trata de una de las principales medidas que debemos utilizar siempre que nuestro perro intenta llamar la atención para salirse con la suya, como por ejemplo rascar la puerta para que le abramos, mendigar comida en la mesa o ladrar para que juguemos con él.

Con ésta medida el perro terminará cediendo, dejará de hacer uso de todos sus recursos, aunque hay que decir que algunos serán mucho más testarudos que otros, pero al final si nos mostramos firmes y no cedemos conseguiremos que abandone esa conducta.

Aunque es importante indicar que todos los miembros del grupo o de la familia deben aplicarla del mismo modo, ya que el perro intentará localizar al miembro más débil para chantajearle.

CUANDO DEBEMOS DESAPROBAR LA ACCIÓN UTILIZANDO LA PALABRA "MAL"

Ésta expresión como comentamos anteriormente la utilizaremos siempre que el perro vaya a realizar una acción absolutamente prohibida en todo momento y en cualquier lugar, como puede ser cuando pillemos a nuestro peludo amigo intentando robarle comida a alguien, orinar en casa o gruñir a los invitados.

Debemos utilizarla siempre en el momento en el que se va a desarrollar la acción.

CÓMO Y DE QUÉ FORMA PODEMOS DESVIAR UNA ACCIÓN

La reorientación se utiliza siempre que el perro vaya a realizar una acción que es instintiva para él, y por tanto más complicada de frenar. Para ello debemos conseguir que nuestro perro cambie esa actividad por otra lo suficientemente interesante para él como para abandonar el comportamiento indeseado.

Por ejemplo; imaginemos que pasa ante nosotros un perro desafiante mientras paseamos con nuestro perro, que por otra parte se trata también de un macho alfa. En éste caso y nada más aparecer el otro perro en escena podemos reorientar a nuestro perro con algo de comida que le guste mucho. Conseguiremos de éste modo que el perro esté más pendiente de nosotros y con el tiempo cada vez que se de la misma situación, el perro preferirá atender a un posible bocado que pelearse con el otro perro.

UTILIZAR UN SUSTO O UNA EXPERIENCIA DESAGRADABLE

Se utiliza éste método en actitudes que el perro tiene muy interiorizadas como puede ser en la persecución de gatos o cuando un perro es exageradamente ladrador.

Es muy habitual para quitar éstos y otros hábitos el collar eléctrico, recibiendo el perro una pequeña descarga cada vez que el perro comienza a realizar la acción indeseada. También se utilizan collares que desprenden un desagradable olor. Pero se puede utilizar cualquier ruido inesperado por el perro y con el que logremos asustarlo lo suficiente como para que abandone su mala actitud.

DESAPROBACIÓN ACTIVA PROPORCIONANDO EXPERIENCIAS DESAGRADABLES

Ninguna de las acciones de reproche debe incluir pegarles, ni tan siquiera con un periódico ni utilizar ningún castigo utilizado para los humanos, ya que no lo entenderían y lo único que conseguiríamos es que nos tuviesen miedo y perdiesen su confianza en nosotros.

Las reprimendas que nombramos a continuación son bien conocidas por los perros, ya que son propias en la conducta canina y por tanto son efectivas y para nada conllevan maltrato.

• Dar un tirón seco a la correa. Se debe dar con la energía suficiente como para llamar su atención, pero no con una fuerza en la que podamos hacerle daño. Se puede utilizar cuando un perro tira durante el paseo. Si se utiliza correctamente en pocas semanas el perro aprenderá que no debe tirar durante el paseo.
• Propinarle una sacudida agarrándole por la piel del cuello. Éste método es utilizado por las perras cuando están educando a sus cachorros, es efectivo para reprender acciones como la de soltar algún objeto.
• Mirarle fijamente a los ojos, es una forma de retarle y recordar al perro quien toma las decisiones.
• Hacerle retroceder posicionándonos delante de él en actitud erguida para frenar una acción indeseada, como la de impedir que entre en un determinado lugar.
• Sujetar el hocico  con la mano y mantener la presión durante un instante. Los perros se cogen el hocico con la boca del mismo modo. Se puede utilizar éste método por ejemplo cuando el perro nos enseña los dientes.

Y nunca debemos olvidarnos de felicitar al perro de forma efusiva cuando haya corregido su actitud.

De éste modo, si la aprobación y el castigo se aplican de forma consciente y en la proporción adecuada en el momento oportuno, el perro relacionará automáticamente sus acciones con las palabras que pronuncies. Por su memoria, a largo plazo el perro podrá asociar incluso una única experiencia con la reacción.