🐱Panleucopenia felina
Una enfermedad con una tasa de mortalidad del 90%
La panleucopenia felina es una enfermedad infecciosa causada por el parvovirus felino, y se trata de una de las enfermedades más graves que puede padecer el gato, llegando a tener una tasa de mortalidad de hasta el 90%. Por ello hoy, os vamos a contar cómo se contrae, cómo tratarla y cómo evitar el contagio.
Cuando el virus entra en el organismo del gato, ataca a las células del tejido linfoide y a la médula ósea principalmente. Aunque también destruye células del intestino; ésto es así, porque el virus utiliza a éstas células que se multiplican con gran celeridad para reproducirse él del mismo modo.
Al destruir las células encargadas de defender al organismo de agentes patógenos, los animales suelen ser víctimas de otras enfermedades infecciosas oportunistas lo que agrava aún más su estado de salud.
SÍNTOMAS
Uno de los principales síntomas de la enfermedad es la diarrea, la cual suele ir acompañada de sangre en heces, pero también lo son los vómitos y la anorexia, lo que da como resultado una deshidratación severa.
Cursa además con fiebre, y un bajo estado de ánimo del animal.
Cuando las gatas han sido contagiadas y están a punto de dar a luz, o una vez han tenido a los gatitos, la enfermedad pasa a los cachorros provocándoles ataxia cerebral, lo que se traduce en una descordinación y temblores al iniciar cualquier movimiento.
CONTAGIO
El contagio suele ser por contacto con cualquier secreción de otro gato infectado, heces y orina. Así como utensilios utlizados por un gato enfermo. Incluso podemos contagiar a un animal sano con nuestras manos, si tocamos a un gato enfermo anteriormente y no nos desinfectamos debidamente.
Se trata de un virus muy resistente, y puede estar activo durante meses en cualquier entorno.
Son más propensos al contagio los cachorros y animales menores de un año, y también los más vulnerables.
DIAGNÓSTICO
Ante cualquier sospecha, debemos llevar a nuestro gato inmediatamente al veterinario, el cual podrá diagnosticar la enfermedad mediante la historia clínica del animal y análisis de sangre, orina y heces.
TRATAMIENTO
El tratamiento consiste en actuar sobre la deshidratación del animal, que es lo más grave, y después administrar antibióticos para eliminar las bacterias que han proliferado gracias a la disminución de los leucocitos.
Las primeras 48 horas serán definitivas para la supervivencia del gato. Si consigue superar la enfermedad, jamás volverá a padecerla, pues al haber estado expuesto habrá creado anticuerpos.
Es importante tener en cuenta, que cuando regresemos a casa con el animal, cualquier zona o artilugio que hubiese estado en contacto debemos limpiarlo a fondo o desecharlo.
PREVENCIÓN
La vacuna es la forma más segura de evitar la enfermedad, siempre teniendo especial cuidado de no administrar una vacuna con virus vivos en gatas preñadas, pues causaría graves daños neurológicos como explicamos más arriba.
También podemos evitar el contagio no permitiendo que nuestro gato salga fuera de nuestro domicilio y por tanto evitando la interacción con otros gatos y sus secreciones.
Esperamos que el artículo haya sido de vuestro interés y haya resuelto algunas dudas sobre ésta enfermedad infecciosa grave.
Habrá otras entradas tratando sobre las enfermedades que pueden contraer nuestros amigos gatunos, y esperamos que también sean de vuestro agrado.
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