🐶Dogo Cubano

El terror de la Isla

Se le conocía también como Perro de Cuba, Dogo de Cuba o Cuban bullmastiff.

Actualmente se considera una raza desaparecida, aunque algunas personas aseguran que siguen existiendo en algunos lugares recónditos.

El origen de éstos molosos, radica en los perros que los españoles llevaron a América en el siglo XVI con la finalidad de ayudarles en la dominación sobre los nativos. Se decía de ellos, que habían sido entrenados especialmente para sentir ansias de sangre, por lo que se les consideraba unos perros temibles entre los indios.

Después de muchos años, los perros se fueron transformando, posiblemente por el cruce de perros locales y se convirtieron en una nueva raza.

Alguien de la época que los conoció, los describe como perros más altos que el bulldog de la época, pero más pequeños que el mastiff inglés.

Corpulentos y poderosos, de patas largas y muy musculosos.

Tenían una cabeza ancha y aplanada, y un hocico corto, ancho y truncado, con belfos que cubrían la mandíbula inferior.

Sus orejas eran de un tamaño medio y colgantes sin quedar pegadas a la cabeza.

La cola fina y cilíndrica era llevada en alto y curvada en el extremo.

En cuanto al color, decía que era semejante al del ladrillo, con las patas, cara y hocico color negro.

Se les solía amputar las orejas, los espolones y parte de la cola.

El Dogo Cubano se utilizó en la Isla para luchar contra los toros dada su agresividad, pero también se utilizaron contra los esclavos, y tristemente, fueron unos perros muy apreciados por ello.

Al parecer, al principio fueron custodiados en un monasterio de la capital.

En 1830 una pareja de Dogos Cubanos se expusieron como curiosidad, siendo vista por primera vez en Europa en el zoo de Londres.

Poco a poco, la raza fué desapareciendo hasta que en 1912, quedaban tan pocos que se realizó una colección en la que los últimos 50 ejemplares aparecían junto con los paquetes de cigarrillos.

A día de hoy, como hemos dicho anteriormente, la raza se considera extinta, pero quién sabe, quizá siga existiendo algún ejemplar.