🐶Hepatitis canina

Descubre en qué consiste, su tratamiento y cómo prevenirla

Hoy os hablaremos sobre una enfermedad que puede ser mortal debido a su virulencia, pero que gracias a la concienciación sobre la importancia de la vacunación de nuestros perros, es cada vez menos frecuente.

Como queremos contribuir a que nuestras mascotas estén cada día más sanas y a que sus propietarios estén debidamente informados, hoy os hablaremos sobre como se contrae la hepatitis canina, como prevenirla y como tratarla.

¿CUÁNTOS TIPOS DE HEPATITIS PUEDEN CONTRAER LOS PERROS?


Hepatitis común. Ésta patología consiste en la inflamación del hígado debido a sustancias tóxicas, una mala alimentación o por algunos tipos de medicamentos.
No se perciben los síntomas hasta que está muy avanzada. Por lo que se trata de una enfermedad que puede llegar a ser muy peligrosa.

Hepatitis infecciosa. En éste caso la inflamación del hígado es debida al adenovirus canino tipo I. También es conocida como enfermedad de Rybarth.
Es una patología de tipo infeccioso, y suelen contraerla los animales no vacunados menores de un año.
Cursa durante un período de entre 5 y 7 días antes de la mejoría y su pronóstico suele ser bueno si el perro no presenta ninguna otra patología que complique su recuperación, o si no se muestra de forma sobreaguda, ya que en éste caso puede resultar letal.

Hepatitis autoinmune. Conocida como enfermedad hepática autoinmune, es una inflamación del hígado provocada por el propio sistema inmunitario, el cual ataca indiscriminadamente a los hepatocitos (células del hígado) al confundirlos con agentes patógenos.

¿CÓMO SE CONTRAE?

El contagio es distinto para cada uno de los tipos que hemos nombrado anteriormente, así  en el caso de la hepatitis común puede ser debida a medicamentos como algunos anticonvulsivantes como el fenobarbital, los glucocorticoides, y la combinación del antiparasitario dietilcarbamicina más el oxibendazol.

También una dieta inadecuada puede desembocar en una hepatitis, así que procura darle una dieta equilibrada que no tenga un exceso de grasas, proteínas o glucosa. Para ello busca siempre un pienso de alta gama. Con los piensos de mala calidad los perros acumulan algunas sustancias tóxicas ya que su organismo no está preparado para eliminarlas.

En el caso de la hepatitis autoinmune la causa es aún desconocida.

Y en el caso de la hepatitis vírica o infecciosa, ésta se contrae a través de la orina, la saliva o las heces de animales enfermos.


SÍNTOMAS

Cuando se muestra de forma sobreaguda, sobre todo en cachorros muy pequeños, observaremos únicamente dolor abdominal, y en el caso de no tratarla rápidamente el animal morirá en pocas horas.

 Los síntomas más comunes son; coloración amarillenta de las mucosas, sed excesiva, aumento de la secreción ocular y nasal, y úlceras en la boca, anemia e incluso trastornos en la piel.

Otros síntomas en su fase aguda pueden ser; fiebre, falta de apetito, diarrea, vómitos, inflamación de las agmígdalas y la faringe, desorientación, depresión, convulsiones y coma (ésto último sólo si desencadena en una encefalitis hepática).

En el caso de infección ocular, aparecerá edema corneal, córnea opaca y uveitis anterior.

No tienen porque darse todos los síntomas, dependerá de la evolución de la enfermedad y del propio animal.

TRATAMIENTO

La hepatitis no se puede curar con ningún medicamento a día de hoy. En cambio si se utiliza medicación para aliviar los síntomas, y de éste modo conseguir que el animal tenga calidad de vida.

En el caso de la hepatitis infecciosa o vírica, el veterinario administrará un antibiótico en función del avance de la enfermedad, gravedad y edad del animal, además de otro tipo de medicación para aliviar los síntomas.

Para la hepatitis común, se recetará medicación que ayude a la recuperación del hígado y al alivio del dolor.

Cuando la hepatitis es autoinmune, el veterinario administrará inmunosupresores o esteroides además de medicamentos para aliviar los síntomas como en los casos anteriores.

En cualquiera de los tipos se acompañará el tratamiento con una dieta hipoprotéica y baja en grasas que ayude al hígado a su progresiva recuperación.

PREVENCIÓN

La mejor prevención es la administración de la vacuna cuando el perro es todavía un cachorro, después de forma anual se le pondrá una dosis de recuerdo.
Y si el animal ya ha enfermado, deberemos aislarlo de otros perros para que éstos no sean infectados.

Como siempre os decimos, ante cualquier síntoma no dudéis en llevar a vuestra mascota al veterinario ya que muchas enfermedades cogidas a tiempo tienen solución.