🐱El juego en el gato
La importancia de la actividad lúdica
Pero ¿por qué y para qué sirve el juego? Hoy os daremos algunas respuestas en éste artículo.
Los gatos domésticos necesitan jugar, puesto que es su forma de dar rienda suelta a su instinto de caza, da lo mismo la edad que tengan.
Y aunque pueda darse a cualquier edad, el juego se muestra con más insistencia durante la infancia, bajando en intensidad y frecuencia conforme el animal se va desarrollando.
En el caso del gato, el pico más alto de ésta actividad está entre las 10 y 12 semanas de edad.
Los gatos prefieren juguetes que se muevan, en definitiva aquellos que parezcan presas vivas. Y también disfrutan jugando con otros congéneres, lo que les sirve para posicionarse socialmente y unir el vínculo entre ellos.
El propietario puede participar en el juego junto a su gato, pero jamás debe ser el juguete de su mascota, o dicho de otro modo nuestras manos o pies no deben convertirse en la presa del gato, de lo contrario tendremos problemas de comportamiento agresivo más adelante.
Se ha estudiado mucho sobre los beneficios que puede aportar el juego, y se han sacado muchas conclusiones. Aunque no sabemos con seguridad cual de ellas es la más acertada, creemos que todas ellas pueden tener validez.
La respuesta más tradicional dice que se trata de una forma de apredizaje para la vida adulta.
Otros especialistas en cambio, apuntan a que el juego durante la infancia y la etapa juvenil preparan a los gatos para responder ante una situación estresante el día de mañana.
También se ha sugerido que mediante ésta actividad lúdica los gatitos desarrollan las células correspondientes al sistema nervioso central y las fibras musculares.
Incluso se ha estudiado el beneficio del juego y la termorregularización.
Estudiosos al respecto han llegado a sugerir que los animales aprenden más rápido tras una sesión de juego.
Al no poderse demostrar ninguna de éstas hipótesis, a día de hoy se sigue buscando una respuesta que sea absolutamente irrefutable.
Nosotros pensamos que todas ellas tienen cabida y que probablemente los beneficios sean muchos y muy distintos.
Lo que sí ha quedado claro y en lo que están de acuerdo todos los investigadores, es que el comportamiento lúdico sólo aparece en animales que se encuentran saludables tanto física como mentalmente, por lo que si notamos que nuestro gato ha perdido las ganas de jugar, debemos sospechar que esté enfermo o padezca estrés.
Tampóco debemos olvidar que es beneficioso para mantener a tu gato en forma y evitar la obesidad, además de sosegar al animal consiguiendo que no acumule más energía de la necesaria, y por tanto no desarrolle comportamientos patológicos.
Así que ya sabes, dedica todos los días de 10 a 20 minutos a jugar con tu gato, será beneficioso para él y también para tí, ya que te sacará una sonrisa con toda seguridad.
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