🐱Vacaciones con tu gato
Descubre las diferentes posibilidades y cuál es la más apropiada
Todos aquellos que compartimos nuestra vida con un gato nos hemos cuestionado qué es lo mejor para nuestra mascota cuando queremos viajar, sobre todo en vacaciones, cuando tenemos pensado estar varios días fuera de nuestro domicilio.
Hoy daremos varias opciones, para que dependiendo de cuales sean tus planes puedas decidir cuál de ellas resultará la más apropiada.
VIAJAR CON NUESTRO GATO
Debemos saber que a los gatos no les suele gustar viajar, pero que si conseguimos acostumbrarlos desde que son pequeños no supondrá para ellos una actividad estresante.
Para viajar de forma segura y cómoda será necesario:
- Transportín. Es indispensable para que el gato no se escape. Dentro de un vehículo un gato asustado podría refugiarse en la zona de los pedales, lo que podría tener un desenlace fatal.
Es muy importante que no saquemos al gato en ningún momento del transportín, ni siquiera en las áreas de servicio ya que en caso de asustarse podría escaparse y perderse.
El transportín debe tener el tamaño adecuado y estar convenientemente ventilado. Además lo cubriremos con un paño fino y de color claro para aislar al gato del entorno y mantenerle lo más fresco posible.
Para que el gato no asocie el transportín con una actividad estresante es conveniente acostumbrarle desde pequeño a los traslados. Por otra parte el transportín estará a disposición del animal en casa todo el tiempo, no sólo cuando nos vayamos de viaje. También podemos pulverizar feromonas dentro del transportín o sobre un pañuelo atado al cuello del animal, ésto lo tranquilizará
- Ponerle de comer y beber antes de efectuar el viaje. Con el estrés que les supone el viaje es difícil que quiera comer o beber durante el traslado.
- Utilizar un empapador. Es conveniente colocar un empapador de usar y tirar cubriendo la superficie inferior del transportín por si el animal orina o defeca durante el viaje. Es fácil que aguante durante todo el viaje debido a que los gatos son animales de costumbres y echará de menos su bandeja para evacuar.
- Utilizar tranquilizantes. El veterinario de nuestro gato valorará si puede tomar algún tipo de sedante para viajar basándose en su historial clínico. De no existir ningún inconveniente él mismo nos lo dispensará.
Viajar con tu gato será la opción más adecuada siempre y cuando te vayas para una temporada larga.
Puedes buscar un apartamento o casa de vacaciones donde admitan mascotas, de ésta forma el gato se habituará más fácilmente ya que podrá continuar con sus costumbres.
Y si la casa tiene jardín deberemos vigilarle para que no se escape si se asusta. Ya que si no ha tenido el tiempo suficiente para marcar su territorio podría extraviarse a la hora de regresar.
En caso de que el viaje no sea apropiado para nuestro gato o de que nuestra estancia fuera sea para pocos días, las opciones que nos quedarían serían o bien dejarle en casa propia o ajena con alguien que se ocupe de él, o bien una residencia en la que esté bien atendido.
DEJARLE CON UN CUIDADOR
Si podemos dejarle en nuestro propio domicilio y que un amigo o algún pariente se haga cargo de sus cuidados ésta será una de las mejores opciones, ya que será la que menos estrés le cause al animal, ya que a los gatos les aporta seguridad estar dentro de su territorio. Aunque hay algunos gatos que tienen mucho apego por su dueño y si éste es el caso de tu gato podría deprimirse.
RESIDENCIA
Si no tenemos a nadie que pueda cuidar de nuestro gato y tampoco nos lo podemos llevar, tenemos la opción de dejarle en una residencia para mascotas. Cada vez hay una mayor oferta de residencias pero no todas son de fiar. Para estar tranquilos y tener la seguridad de que nuestro amigo va a estar en buenas manos debemos tener en cuenta:
- La primera impresión deberá ser positiva.
- La residencia debe pedirnos la cartilla de vacunas actualizada junto con el tratamiento antiparasitario, y un certificado de salud expedido por el veterinario del animal.
- La residencia se interesará por la dieta, las costumbres y el carácter del gato.
- Deberemos de rellenar una ficha en la que quede reflejado nuestro teléfono de contacto y un segundo número al que poder llamar en caso de algún problema.
- La residencia debe disponer de un seguro de responsabilidad civil.
- El personal debe estar cualificado y ser un número suficiente de cuidadores para poder atender a los animales y las instalaciones.
- Es imprescindible que la residencia esté vigilada en todo momento, tanto por el día como por la noche.
- Tiene que disponer de atención sanitaria.
- Tenemos que poder visitar la residencia en su totalidad. Las instalaciones tienen que estar limpias y ventiladas, además de ser suficientemente amplias.
- El comedero y el bebedero deben estar limpios y disponer de agua limpia y fresca.
Hoy en día existen particulares que se dedican a cuidar mascotas, pero la mayoría no están cualificados y no disponen de ningún tipo de seguro, por lo que ésta opción no os la recomendamos.
Si tienes la opción de viajar con tu mascota esa será la mejor opción, ya que podréis seguir disfrutando juntos de las vacaciones y tendrás la seguridad de que tu gato se encuentra en las mejores manos.
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