🐱Gato montés andino
El fantasma de los Andes
El nombre científico de éste felino es leopardus jacobitus , pero es conocido vulgarmente en el territorio en el que habita como gato lince, chinchay, osjo o titi.
Vive en alta montaña entre los 2000 y los 5000 metros de altitud.
MORFOLOGÍA
Su longitud es de 80 cm máximo, y el peso no supera los 8 kg.
Es un gato robusto con patas poderosas y pies anchos para andar sobre la nieve.
La cabeza es ancha y redondeada y la nariz siempre de color negro.
Los ojos son grandes, almendrados y de color ámbar. Las orejas son grandes, de base ancha y punta redondeada.
La cola es larga, formando las dos terceras partes de la longitud total del animal.
El manto del gato andino es denso, largo, suave y de color gris plata o bronce, con franjas gris oscuro en patas y pecho.
A lo largo del cuerpo tiene manchas circulares y anillos bien marcados en la cola, éstos patrones son de color café y presentan un borde bien diferenciado.
El vientre, la parte interna de las patas, hocico y máscara alrededor de los ojos son de color blanco.
HÁBITOS Y ALIMENTACIÓN
El gato andino es solitario y esquivo, siendo muy difícil de contemplar en estado salvaje. Sale a cazar sobre todo durante la noche.
Solamente podemos encontrarlo acompañado de otro congénere durante la temporada de apareamiento que cursa entre los meses de Julio y Diciembre.
Las gatas dan a luz dos o tres cachorros entre los meses de Octubre y Abril.
Utilizan como parideras las grietas de las rocas o las madrigueras abandonadas por otros animales.
Alcanzan la madurez sexual a los 2 años de edad, y su esperanza de vida en libertad es de 9 años. En cautividad pueden llegar hasta los 16 años.
Se alimentan principalmente de roedores como la vizcacha, la chinchilla, el abrothrix, el tucutuco y el phylotix ademas de algunas aves y lagartos.
Al gato andino le gusta tener agua disponible cerca del lugar en el que habita.
SITUACIÓN Y PROTECCIÓN ACTUAL DE LA ESPECIE
A día de hoy es el felino más amenazado de América.
Debido al poco conocimiento que se tenía de éste animal se ha tenido desatendida su protección durante muchos años.
Gracias a las cámaras trampa y al conocimiento que los indígenas tenían de éste animal algunos biólogos han estudiado cuidadosamente el comportamiento y hábitat de éste gato salvaje.
Y por eso sabemos que son pocos los ejemplares que existen y muchas las amenazas que les acechan. Entre ellas podemos destacar la fragmentación de su hábitat provocando cierta endogamia con la consecuente pérdida genética.
La caza para la utilización de su piel también a contribuido a la disminución de ejemplares, así como la caza masiva de su principal alimento, la chinchilla.
También ha influido la explotación minera y de pozos de agua en las zonas donde habita.
El turismo descontrolado, la ganadería, la agricultura y la presencia de depredadores como los perros y los gatos domésticos han contribuido también en la desaparición de éste felino.
En algunos parques y reservas naturales de Argentina éste gato salvaje goza de especial protección, y en Chile algunas asociaciones y grupos ecologistas luchan hoy en día por su conservación.
Sería deseable que éstos países encontrasen la forma de convivir pacíficamente con éste hermoso gato salvaje, dándole la oportunidad de volver a ser el gato sagrado que una vez fue para los indígenas de la zona.
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