🐶 Perro acosador de corredores y vehículos
Descubre porqué los persiguen y cómo eliminar ésta conducta
Cuando el perro consigue alcanzar al corredor suele propinarle algún ligero mordisco en la pierna o en la nalga. Y puede resultar aún más peligroso si el perro se cruza por delante o se abalanza llegando a provocar un accidente.
Todas éstas personas deben saber que el perro parará solamente cuando el corredor pare y se quede quieto.
¿CUÁL ES EL MOTIVO POR EL QUE PERSIGUEN?
La causa más común es porque a los perros les excitan los movimientos rápidos. Y es por ello que persiguen a corredores y también a las presas que huyen cuando salen a cazar, o a otros perros cuando están jugando.
En ocasiones puede deberse al intento del perro por ahuyentar a éstas personas o vehículos por considerarlos una amenaza.
Pueden entrar en modo de persecución por considerar a éstos corredores como una alteración del curso normal del paseo.
Y algunas veces por haber tenido algún tipo de experiencia negativa con ellos.
¿SE PUEDE CONTROLAR ÉSTA CONDUCTA?
La respuesta es sí. Lo primero que debemos hacer es buscar un lugar donde podamos llevar a cabo el adiestramiento sin que haya ningún tipo de peligro ni para el perro ni para los viandantes.
Para realizar los ejercicios debemos mantener al perro en ayunas antes de salir.
Cuando lleguemos al lugar elegido soltaremos al perro de la correa y a la orden de junto haremos que el perro se mantenga a nuestro lado estimulándolo con golosinas que llevaremos en la mano y que administraremos siempre que el perro realice el ejercicio correctamente.
Realizaremos éste ejercicio llevando la recompensa en la mano en unas ocasiones y en otras no, aunque hagamos creer al perro que las llevamos en todo momento. Éste ejercicio se debe de alternar con y sin premios.
Haremos que el perro nos acompañe al lado aunque cambiemos el ritmo y la dirección.
Éste ejercicio conviene practicarlo con frecuencia durante los paseos diarios. Y es muy importante recompensar y felicitar al perro siempre que lo haga bien.
Una vez consideremos que el perro lo ha asimilado perfectamente, iremos a un lugar frecuentado por ciclistas, patinadores o corredores. Cuando el perro haga el ademán de correr tras ellos, lo llamaremos de forma contundente para que venga a nuestro lado, y al hacerlo será siempre debidamente felicitado y recompensado.
Después de un tiempo realizando éste ejercicio llegará un momento en el que ya no necesitemos llamar al perro cada vez que aparezca un corredor, él mismo comprenderá que lo mejor en éstos casos es permanecer a nuestro lado.
Algunas razas tienen más propensión a la persecución como los pastores, los de caza, los perros de presa y los de guarda y defensa.
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