🐱Mi gato no quiere comer

Anorexia y neofobia en el gato

¿Cuáles pueden ser los motivos por los que nuestro gato no quiere comer?.
Hoy intentaremos ayudaros a resolver algunas dudas al respecto de la anorexia felina y la neofobia.

En primer lugar, debemos dejar claro que los gatos son carnívoros estrictos, y por tanto todo aquello que no tenga un porcentaje muy alto en proteínas y grasas será difícil que les guste y sobre todo que les alimente y no les perjudique su salud.

Otra de las claves a tener en cuenta es que el gato tiene muchas dificultades para masticar correctamente, por lo que será de gran importancia la textura del alimento que le proporcionamos.

Es interesante conocer que los gatos comen pequeñas cantidades de comida durante el día, hasta 20 veces puede acercarse a su plato para ingerir un sólo bocado.

Se cree que ésta forma de ingesta en el gato, es un recuerdo de su pariente salvaje, el gato africano que puede llegar a cazar y comer a lo largo del día unos 20 roedores.

También debemos tener en cuenta, que en general, los gatos comen más durante el otoño, y menos en la primavera; aunque ésto no se corresponda con el mayor o menor peso del animal, pues es, durante el invierno cuando el peso es mayor, y durante el periodo estival cuando es menor.

Cuando el alimento que le proporcionamos a nuestro gato es más energético, éste a veces come una menor cantidad.

Por otra parte , también es cierto que dependerá de la palatabilidad del alimento que a nuestro gato le guste más o menos.

Anorexia

Puede ser por causa orgánica o inorgánica,y puede resultar letal para nuestra mascota, ocasionándole una lipidosis hepática que acabe con su vida.

Si tu gato además de no comer, duerme mucho, tiene poca actividad, no se lame para acicalarse o tiene fiebre, no deberías esperar para llevarle al veterinario, pues podría ser síntoma de un tumor.

También en el caso de la insuficiencia renal crónica el gato deja de comer, pues los sentidos del gusto y del olfato se modifican, y por tanto cosas que antes le gustaban dejan de gustarle. En ésta patología también aparece la gastritis y la deshidratación..

Además podría ser un síntoma en enfermedades de la boca, problemas en la dentadura y la mandíbula, enfermedades gastrointestinales, neurológicas, hepáticas y respiratorias.

Por tanto, ante cualquier duda, debemos acudir rápidamente al veterinario con nuestro gato para que pueda diagnosticarle.

En el caso de la anorexia inorgánica, ésta puede ser debida a estrés, cambios de domicilio o la llegada de otra mascota.

Debemos tener en cuenta que los gatos son muy sensibles a cualquier cambio en su entorno, por tanto a veces puede pasar desapercibida la causa que originó el estrés.

Neofobia

Éste término hace referencia a la fobia frente a cosas nuevas, en éste caso frente a nuevos alimentos.

A muchos gatos cuando se les cambia el pienso, o alimento que comen habitualmente dejan de comer.

El ambiente en el que se encuentre puede ser determinante para que nuestro gato tenga mejor disposición a un nuevo alimento, así, en sitios desconocidos el aumento del estrés es crucial.

Los gatos que desde pequeños probaron diferentes alimentos tienen menos problemas para cambiar

 de comida.

La madre también juega un papel importante en éste sentido, así, si la madre acepta un alimento nuevo el cachorro también lo hará.

En gatas lactantes no es recomendable cambiar la alimentación, pues un problema de neofobía podría desencadenar una anorexia y dar como resultado una disminución del comportamiento materno e incluso el canibalismo, devorando a sus propias crías.

Si no tenemos claro el motivo que ha desencadenado que nuestro gato no quiera comer, debemos llevarle al veterinario para que éste evalúe cuales son las posibles las causas.

Es recomendable acostumbrar al gato desde cachorro a probar distintos alimentos, siempre introducidos paulatinamente y mezclándolos con el anterior, nunca haciendo un cambio brusco.

Y por supuesto intentar no hacer nada que resulte estresante para nuestro gato, recuerda que son animales muy sensibles.