🐱¿Los gatos siempre caen de pie?
¿Mito o realidad?
Siempre hemos escuchado que los gatos aterrizan de pie cuando caen desde cualquier altura, y que por tanto, no debemos preocuparnos de que les pase nada.
Pero en realidad, ésto no sucede siempre, aunque tengan cierta disposición a que así sea.
Hoy, os explicaremos que factores son los que intervienen para que cuando están en el aire, sean capaces de caer sobre sus patas sin que sufran grandes daños, pero también cuáles pueden ser las consecuencias de que les salga mal el aterrizaje.
Los gatos por naturaleza están diseñados para pasar mucho tiempo subidos a los árboles; bien para estar seguros frente a posibles depredadores o para cazar pájaros y roedores.
Y por éste mismo motivo tienen más posibilidades de caer al vacío.
Para evitar accidentes graves o la muerte, la naturaleza les ha provisto de unas articulaciones más flexibles, y unas patas que presentan una mayor angulación respecto al tronco que la de otros mamíferos, poseyendo además una musculatura fuerte y elástica.
EL REFLEJO DE ENDEREZAMIENTO AÉREO
Cuando el gato cae al vacío, existe un sistema interno dentro del oído del animal por el cual éste busca la horizontalidad respecto al suelo, sería algo similar a un giróscopo.
Esto hace que el gato instintivamente gire en el aire las veces necesarias, ayudado también por la cola que utiliza a modo de timón, hasta situarse correctamente respecto al suelo.
Se sabe además, que la resistencia que ejerce el cuerpo del gato con sus extremidades extendidas, es muy superior a la de otros muchos animales, alcanzando una velocidad terminal de 97 km/h frente por ejemplo al ser humano que sería de unos 193 km/h.
Siendo a modo de paracaídas la caída más lenta y por tanto más suave.
¿Y POR QUÉ ALGUNOS GATOS NO SOBREVIVEN A LAS CAÍDAS O SUFREN GRANDES DAÑOS?
Según un estudio realizado en la ciudad de Nueva York, de 132 gatos que sufrieron caídas, un 90% no sufrieron daños graves o sobrevivieron, frente a un 37% que quedaron gravemente heridos.
También se ha podido observar, que a más altura mayor ventaja tiene el animal, pues dispone de más tiempo para girarse y prepararse para el aterrizaje.
Se tiene constancia de una gatita que sobrevivió con tan sólo un rasguño en el pecho y que se había precipitado desde un piso 19 en un edificio de Boston.
Y otro que cayó desde un piso 32, y tan sólo se rompió un diente y sufrió un colapso pulmonar, recibiendo el alta tras un par de días.
Por tanto, no es extraño pensar que los gatos tienen siete vidas como dice la tradición popular.
Pero por desgracia no todos tienen tanta suerte, y muchos gatos sufren graves heridas, siendo las más frecuentes; la rotura del paladar, mandíbula o dientes, fractura de costillas y columna, hemorragia interna, neumotorax, shock y muerte.
Por ello, nosotros, te recomendamos que intentes prevenir las caídas de tu gato, y aunque hemos visto que la mayoría de las veces no es excesivamente alarmante, si que es conveniente evitar ese otro porcentaje en el que no hay vuelta atrás.
Por tanto, asegúrate de que las ventanas estén bien cerradas, coloca rejas o una malla que impidan la salida del animal, te ahorrarás muchos disgustos, no sólo por caídas si no también por que se te escape con la posible pérdida del animal.
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