🐱British Shorthair

Un gato gentil con un pasado humilde

El British Shorthair es una raza de gato muy antigua. Sus antepasados llegaron hace unos 2000 años de mano de los romanos a las Islas Británicas.

Éste gato de apariencia sólida y fuerte es en parte fruto de la adaptación, ya que en un principio debía buscarse él mismo la vida por sus propios medios.

Era un gato que vivía en las calles de las ciudades o en el campo, y que gracias a sus buenas dotes como cazador consiguió ser apreciado por los granjeros y por los obreros de las zonas urbanas, sobre todo, de aquellas en las que los roedores campaban a sus anchas debido a la miseria. 
Y así, fué como éstos duros felinos conquistaron a los británicos y los convirtieron en animales domésticos.

Éstos gatos semisalvajes presentaban características adecuadas para la vida que llevaban; eran grandes, robustos, de pelo denso e impermeable, y con una cabeza potente y muy redonda.

El British no fué presentado como raza hasta 1871, donde participaba una gata de ésta raza de color azul que fue ganadora. Posteriormente en 1901 se creo el British Cat Club.
Pero ésta época de bonanza se truncó con la Segunda Guerra Mundial, durante la cual, éstos gatos estuvieron a punto de desaparecer. Para evitar su extinción, se recurrió a cruzar los ejemplares que quedaban con otras razas como el Persa para mantener su singular silueta.

MORFOLOGÍA

El British Shorthair es un gato más bien grande y sólido, de porte majestuoso. Tanto los hombros como los flancos son anchos. Las patas son cortas y fuertes y los los pies redondos.
Pesa entre 4 y 8 kg.
La cola es corta, gruesa en la base y de punta redondeada.

La cabeza es potente, grande y redondeada, con una fuerte mandíbula que hace que éste felino presente unas mejillas muy desarrolladas.
La nariz es corta, ancha y recta.
Las orejas son de tamaño intermedio, muy separadas de base ancha y de punta redondeada.
Los ojos de color acorde con el manto, son redondos, grandes y muy separados entre sí.

Podríamos decir que todo en él es curvo, no existen ángulos muy pronunciados, ésta es la característica principal de ésta raza.

El pelo es denso, corto y crespo, de textura afelpada, con abundante subpelo apretado y compacto. Están admitidos todos los colores, aunque la capa más demandada es la azul.
Existe una variedad de pelo semilargo denominada British Longhair.

CARÁCTER

El British sigue conservando el carácter de sus antepasados callejeros, por tanto es independiente, un  extraordinario cazador, amante de los espacios abiertos y la libertad. Es reservado y desconfiado con los extraños, pero es amable, y cuando él desea se muestra cariñoso con su propietario.
Es una raza con gran temperamento y muy activo, aunque sólo jugará cuando él  lo decida.
Puede convivir con otras mascotas y con niños, de los que huirá cuando se sienta agobiado sin mostrarse agresivo.

Aunque éstas características suelen ser comunes para cualquier individuo de ésta raza, algunos criadores aseguran que su carácter depende en gran medida del color del manto, así aseguran que los plateados son sensibles, los azules testarudos y los tabby juguetones y muy activos.


ALIMENTACIÓN

Lo ideal para ésta raza es elegir un pienso seco de gama alta que contenga un porcentaje de proteínas adecuado, aproximadamente del 32% para asegurarnos del correcto mantenimiento de su musculatura.
También debe ser ser rico en minerales para garantizar la salud de su fuerte osamenta. Pero además debe incluir cierta cantidad de grasas, de éste modo nuestro gato mantendrá perfectamente su manto brillante e impermeable.

La alimentación puede ser casera, pero en ese caso debemos consultar con el veterinario para asegurarnos de que contiene los nutrientes necesarios para que éste sano.

CUIDADOS Y PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES

El British es un gato al que le encanta comer, y por ello tiende al sobrepeso. Su aspecto sólido tiene que ser consecuencia de una musculatura muy desarrollada y no por un exceso de grasa. Para controlar su peso, es importante medir la cantidad y calidad de comida que le ofrecemos, incluidos los premios.
Si vemos que comienza a engordar, podemos darle un buen pienso light.

Pero igualmente importante es la cantidad de ejercicio que tiene que realizar. Para fomentar su actividad podemos estimularlo mediante juguetes o juegos que despierten su instinto predatorio. Si tiene la oportunidad de salir al jardín, será más fácil que se ejercite, aunque debido a su espíritu libre deberemos tener cuidado de que no se escape.

Durante la época de muda, el British suelta gran cantidad de pelo y subpelo. Ésto puede ser un problema si el gato lo ingiere, pues podría causarle una obstrucción intestinal, y además, se llenará toda la casa e pelos. Para evitar que ésto suceda, será imprescindible cepillarle a menudo para eliminar el pelo muerto, además de administrarle malta para eliminar el pelo que se haya podido tragar.

En cuanto a su salud, se ha observado que ésta raza tiene mayor propensión a la cardiomiopatía dilatada y a los tromboembolismos que otras.

Su esperanza de vida está entre los 9 y los 15 años.