🐱 Mi gato araña los muebles
Descubre por qué lo hace y cómo solucionarlo
Muchos son los dueños que se llevan la desagradable sorpresa de ver el sofá, los muebles, o las patas de las sillas y la mesa marcadas por profundos arañazos causados por su amigo felino. Y también son muchos los que se desesperan con éste comportamiento. Por ello hoy queremos que conozcas cuáles son las causas y cuál puede ser la solución más acertada para eliminar el problema.
Los gatos arañan las superficies, preferiblemente verticales por tres causas; eliminar las partes de uña muerta y así tener las garras en perfectas condiciones, estirar y ejercitar el cuerpo, o para dejar una señal a otros semejantes que indique cuál es su territorio o si ha pasado por allí.
Ésta ultima razón es por lo que las marcas suelen estar en lugares estratégicos y muy visibles, como pueden ser los brazos del sofá o aquellos muebles que están dirigidos hacia la puerta.
Pero además de ser éste un mensaje visual, es un mensaje odorífero con muchísima más información, y ésto sucede porque los felinos poseen unas glándulas plantares que desprenden una serie de feromonas.
Se ha podido observar que si el animal está estresado el comportamiento de marcaje aumenta, por lo que es recomendable que mantengamos la calma en todo momento, lo que no significa que obviemos el problema, ya que entendemos que es muy desagradable descubrir la tapicería o los muebles destrozados.
Se sabe que la mayoría de los gatos que destruyen el mobiliario en el hogar coincide con dueños que no les proporcionan una superficie adecuada donde hacerlo, por tanto los culpables suelen ser los propietarios y casi siempre por falta de información.
SOLUCIONES
Es importante que los gatitos aprendan desde pequeños a utilizar los rascadores que les proporcionemos. Es fundamental que éstos estén especialmente diseñados para ellos, ya que si no es así, los ignorarán y no servirán para nada.
Son aconsejables las superficies de cáñamo, madera, moqueta o cartulina. Cada individuo tendrá una preferencia, por lo que es mejor comprobar cuál de éstos materiales es el más adecuado para nuestro gato y facilitarle aquel que le guste más, de ésta forma nos aseguraremos de que lo vaya a utilizar. Además debemos tener en cuenta que el rascador tiene que ser firme y que no se mueva ni oscile ya que eso le causaría inseguridad a la hora de usarlo.
El comportamiento de marcaje con las uñas tiene cierto componente genético, por lo que son más propensos a realizar ésta conducta aquellos gatos cuyos padres también lo hacían.
Pero en cualquier tipo de conducta también interviene el aprendizaje y así si los gatitos no aprendieron de su madre a utilizar el rascador ellos lo ignorarán y sin embargo lo utilizarán de forma natural aquellos gatitos que lo vieron hacer a su madre o a otros semejantes.
De todos modos, si no hemos tenido la suerte de que nuestro amigo felino haya aprendido durante su infancia, siempre podemos persuadirle para que el rascador sea el único lugar en el que desee dejar sus marcas. Para ello debemos colocarlo cerca del lugar en el que duermen, ya que gustan de hacerse las uñas y estirarse al despertar, pero también funciona si colocamos algún juguete colgando del poste.
Puede dar también muy buen resultado la utilización de hierba gatera restregada sobre el rascador.
Existen además en el mercado feromonas sintéticas similares a las interdigitales felinas, las cuales pueden ser depositadas sobre el rascador para atraerle.
Mientras, para evitar que el gato vaya hacia los muebles, podemos rociarlos con algún aroma cítrico, ya que los gatos lo odian, o bien con feromonas comerciales utilizadas para persuadir al gato. También puede funcionar el cubrir los muebles con plásticos o papel de aluminio, ya que el sonido al rozar estas superficies les resulta muy desagradable.
También existen unas fundas para las uñas que se cambian cada mes y evitan que el animal pueda causar daños con el rascado.
Si tienes más de un gato tendrás que tener más de un rascador.
Por último recordamos que jamás debemos utilizar sprays con agua, ni debemos gritarles en caso de que arañen algún mueble, ya que ésto tan sólo servirá para estresar más al animal y generar más conductas inapropiadas. Y mucho menos debemos extirpar las garras del gato de forma quirúrgica, ya que las uñas son para el gato lo mismo que para nosotros los dedos.
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