🐱Gato Güiña
El pequeño leopardo sudamericano
El nombre de Huiña es una adaptación de la palabra mapuche "wiña". En el lenguaje coloquial chileno "huiña" significa ladrón.
El Gato Güiña no fue descrito hasta 1782 por el naturalista y jesuita Juan Ignacio Molina.
MORFOLOGÍA
El Gato Güiña es muy pequeño. Tan sólo mide entre 40 y 50 cm de longitud, y pesa entre dos y tres kilos.
Es un animal robusto y compacto, con patas cortas y fuertes. La cola es gruesa y muy peluda, y tiene de 10 a 14 bandas de color negro.
Posee un pelaje espeso de color gris amarillento con manchas negras y redondeadas. El vientre y la garganta son blancos con bandas oscuras.
La cabeza es redonda, con pequeñas orejas de punta redondeada. La nariz es rosada, los ojos grandes, redondos y muy oscuros. Presenta unas bandas negras sobre las cejas y bajo los ojos enmarcando el hocico.
Existen ejemplares melánicos que son completamente negros.
COSTUMBRES
El Gato Güiña es nocturno y solitario, y prefiere transitar sobre los árboles que sobre el suelo firme en el que se siente más vulnerable.
Su alimentación se basa en pequeños mamíferos, aves, invertebrados, insectos y reptiles, pero también come de vez en cuando semillas y frutos.
Es de hábitos arborícolas y es ahí donde construye su guarida a modo de nido.
El periodo de gestación de las hembras es de 75 días, y dan a luz entre uno y cuatro cachorros.
La madurez sexual la alcanzan con 24 meses de edad.
Entre sus enemigos se encuentra el puma, el zorro colorado y el ser humano.
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN DE LA ESPECIE
El Güiña se encuentra en el listado UICN en el apartado de especies vulnerables. Actualmente quedan algo menos de 10.000 ejemplares.
En Chiloé se le considera de mal presagio, y sus habitantes no permiten que se acerque a sus viviendas. Incluso algunos le asocian con el mítico vampiro chupacabras, tomándole por un terrible depredador. En la Araucania se le asocia a fuerzas oscuras y portador de malos presagios, llegando a ser interpretada su presencia como anuncio de una próxima muerte.
Por otro lado los granjeros le tienen declarada la guerra por considerarle ladrón de aves de corral.
Además el avance de la agricultura está acabando con su hábitat.
La presencia de perros y gatos domésticos son también una amenaza para éste felino, ya que pueden convertirse en presa de éstas especies o bien transmitirles enfermedades mortales.
El gato Güiña es víctima de atropellos, ya que cada vez son más las carreteras que cruzan su territorio.
En 2018 se aprobó un proyecto para el desarrollo de medidas para mitigar los peligros a los que se expone éste felino, y cuenta con el apoyo de la Corporación Nacional Forestal, el Ministerio de Medio Ambiente y del Instituto de Desarrollo Agropecuario.
Algunas de éstas medidas son:
- Campaña de controles de salud, esterilización y tenencia responsable de mascotas.
- Asignación de subsidios para la construcción de gallineros antidepredadores.
- Instalación de señales viales y pasos de fauna en carreteras.
- Campañas de concienciación y educación sobre los beneficios que aportan éstos animales, como el control del virus hanta que contagian los roedores.
Esperamos que éste pequeño gato salvaje no se extinga por la ignorancia y el egoísmo del ser humano, y que todas las medidas que se lleven a cabo den los frutos esperados.
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